La mayor parte de los metales se obtienen a partir de minerales. Estos son rocas naturales que contienen el metal junto con otros elementos químicos en sus respectivas proporciones. Por tanto, los metales no se encuentran en realidad en la naturaleza, sino que es necesario realizar un procesamiento sobre los minerales para poder obtener los metales.
En cada caso, cambia el proceso de extracción del metal del interior de su mineral. Los primeros metales en haber sido fabricados en la historia han sido el cobre y la aleación denominada como bronce. El metal, por contrario, es un metal que tiene en realidad una corta historia de producción, pese a que es uno de los metales que más ha crecido en sus usos y aplicaciones.
El hecho de que se necesite de un proceso particular para la obtención de los metales del interior de sus minerales, es lo que hace que los metales no estén tan disponibles en la naturaleza como otros materiales, como es el caso de la madera. La facilidad de acceso a la madera es lo que ha hecho que este material se empiece a utilizar mucho tiempo antes que la mayor parte de los metales. No obstante, esta situación ha ido cambiando en la medida en que las tecnologías avanzan y facilitan la extracción de los metales y su producción.
Características de los principales metales
Hoy en día, hay una serie de metales que se encuentran en distintas aplicaciones de distintos campos e industrias. A continuación, veremos las principales características de estos.
El hierro
El hierro es uno de los metales más importantes en la actualidad. Es muy abundante en la tierra y tiene una muy amplia diversidad de aplicaciones. Los principales minerales del hierro son el oligisto, la magnetita, la siderita y la limonita. Es un material duro, resistente, dúctil y sencillo de trabajar y moldear. Se emplea especialmente en la fabricación de perfiles, como así también en la elaboración de acero y de distintos tipos de piezas metálicas.
El acero
Por su parte, el acero es una aleación metálica que se forma especialmente por carbono y hierro. De todos modos, puede tener también otros componentes como es el caso del cromo. La elección del material que se añada en su preparación depende de la dureza o de la resistencia a la corrosión que se le quiera otorgar al metal.
El acero es un metal que se destaca por ser duro, resistente, pero también flexible. Hoy, se usa especialmente en la construcción de estructuras, de herramientas, de maquinaria industrial y también de vehículos.
El cobre
El cobre es un metal fácil de reconocer por su color rojizo. Es un metal maleable, dúctil y blando, por lo que es muy sencillo de trabajar para dar la forma que se requiere en cada caso. Se destaca por ser un excelente conductor, tanto de la electricidad como del calor. Ha sido uno de los primero metales empleados en la historia. En muchos casos se lo puede encontrar en estado natural, aunque, al igual que sucede con otros metales, lo más frecuente es encontrarlo en forma de mineral.
El aluminio
El aluminio se destaca por su color blanco brillante. Se extrae de la bauxita y es un metal menos denso y ligero que los anteriores. Es un metal muy resistente y se destaca por ser un excelente conductor de la electricidad y el calor, aunque todavía un poco menos que el cobre, que es el metal por excelencia para esos usos. Una de sus características más valiosas tiene que ver con que es altamente resistente a la corrosión y a la oxidación. Cuando se oxida, esto se genera de manera muy superficial, alcanzando una capa de óxido. Esta es la que impide que el material continúe deteriorándose.
El plomo
El plomo es un metal blando y pesado, dúctil y muy maleable. Se destaca por su color gris azulado y por la baja temperatura que necesita de fusión. Esto es lo que hace que este metal sea adecuado para aleaciones empleadas en fusibles y soldaduras. Es un metal que puede ser conductor de electricidad y calor, aunque no es de los mejores en este sentido. Una de sus principales aplicaciones es en la elaboración de acumuladores eléctricos y de aleaciones de estaño para soldar. No obstante, es un metal que se destaca por ser muy tóxico.