Los metales ferrosos y no ferrosos

Uno de los procedimientos más utilizados con respecto a los metales tiene que ver con la fundición. En este sentido, las fundidoras hacen especialmente una distinción. Esta, es entre los metales ferrosos y los no ferrosos. La definición básica refiere a que los metales ferrosos son los que tienen hierro, mientras que los no ferrosos son los que no lo tienen. No obstante, a continuación, veremos lo que hay que saber con respecto a estas distinciones.

Metales ferrosos

Lo primero que se debe decir es que el atributo más distintivo del hierro es que es un material denso. Es fuerte cuando se lo mezcla con carbono y es fácil de refinar. Es altamente susceptible a la corrosión y magnético.

Muchas de las aleaciones ferrosas son conocidas. Se especifican por las proporciones de cada elemento en su composición. Las aleaciones ferrosas con carbono se las suele llamar hierro o acero, aunque pueden contener otros elementos. Estos metales se suelen elegir especialmente como consecuencia de sus propiedades mecánicas.

El hierro

Dentro de los metales ferrosos se destacan los hierros fundidos. Son hierros densos y económicos. Los hierros fundidos básicos tienen buenas propiedades de comprensión, aunque son frágiles. Los tipos de hierro más destacados en este sentido son los hierros grises y los hierros dúctiles.

El acero

Los aceros de todo tipo algunas veces también son fundidos. El acero suele tener un contenido de carbono menor al 2,14% por peso. Es un metal que tiene propiedades mecánicas más fuertes que los hierros fundidos. Aunque se genera mayor dureza, se pierde un porcentaje de fluidez.

Algo a tener en cuenta es que el acero fundido requiere de estar mucho más caliente que el hierro fundido para poder fluir en moldes detallados. Además, el hecho de que se necesiten temperaturas tan altas para trabajarlo es considerado como un reto para poder generar diseños de distinto tipo.

Metales no ferrosos

Los metales considerados como no ferrosos son los que incluyen cada metal y aleación que no tiene hierro en su composición. Entre los metales no ferrosos más comunes, encontramos los siguientes:

  • Plata
  • Platino
  • Oro
  • Cobre
  • Aleaciones del cobre como el latón o el bronce
  • Paladio
  • Níquel
  • Aluminio
  • Estaño
  • Titanio
  • Plomo
  • Zinc

El bronce y el latón

Los primeros metales fundidos en la historia de la humanidad fueron el bronce y el latón. Ello, a lo largo de la Edad de Bronce. Estas aleaciones de cobre son todavía moldeadas en arena. Se funden a mucha menor temperatura que en los casos de los materiales ferrosos. Se usan con frecuencia en aplicaciones decorativas y de todo tipo de diseño, ya que se moldean con una gran capacidad de detalle.

El bronce y el latón son mucho más suaves que el acero. No obstante, son altamente resistentes a la corrosión, incluso en presencia de sal. Por eso, son metales usados en aplicaciones marinas estándar, como es el caso de los accesorios de distintos tipos de transportes de agua.

El aluminio

Otro de los metales que se debe destacar en el campo de los metales no ferrosos es el aluminio. Este tiene una densidad mucho menor que el hierro, por lo que es un metal vital en aplicaciones que requieren fuerza sin que eso implique peso, como es el caso destacado de la industria aeroespacial. Es un material que se destaca por ser altamente resistente a la corrosión, ya que es un metal que reacciona a la oxidación creando una caparazón de óxido de metal que lo protege, del mimos modo que sucede en el caso del acero inoxidable.

Otro elemento a destacar con respecto al ferrosos tiene que ver con que posee un punto de fundición que es menor que el de muchos tipos de hierros y de aceros a los que puede reemplazar en una gran diversidad de aplicaciones. Esto hace que sea mucho más fácil de implementar, ya que requiere de menos supervisión para formas complejas.

Los metales ferrosos y no ferrosos

Medidas expresadas en milímetros