
La agricultura es una de las bases de la economía en distintos países, especialmente en América Latina. Se trata de una de las formas más antiguas de trabajo, que se ha ido actualizando de acuerdo a los avances tecnológicos que se fueron aplicando al sector. Hoy en día, es un sector altamente consolidado y en el que se aplican diversos equipos a fin de optimizar la producción y generar formas de trabajo más seguras y efectivas. La forma en que ha crecido la agricultura a través de los avances tecnológicos es exponencial, cambiando radicalmente sus métodos de producción y contando, hoy, con diversas herramientas y equipos que contribuyen a la tarea.
La agricultura es una de las bases de la economía en distintos países, especialmente en América Latina. Se trata de una de las formas más antiguas de trabajo, que se ha ido actualizando de acuerdo a los avances tecnológicos que se fueron aplicando al sector. Hoy en día, es un sector altamente consolidado y en el que se aplican diversos equipos a fin de optimizar la producción y generar formas de trabajo más seguras y efectivas. La forma en que ha crecido la agricultura a través de los avances tecnológicos es exponencial, cambiando radicalmente sus métodos de producción y contando, hoy, con diversas herramientas y equipos que contribuyen a la tarea.
La importancia de los equipos agrícolas
Siguiendo lo dicho con anterioridad, podemos afirmar que los equipos son fundamentales para la agricultura, a fin de lograr que se mantenga un ritmo de trabajo adecuado. En un mundo cada vez más globalizado, la agricultura funciona velozmente satisfaciendo mercados tanto internos como de distintas partes del mundo. En este aspecto, la agricultura evoluciona y va ganando un mayor apoyo por parte de los avances tecnológicos. Los procesos de la agricultura, hoy, necesitan de materiales eficientes y duraderos que apliquen las nuevas tecnologías.
Teniendo esto en cuenta, se deben elegir los materiales adecuados para poder optimizar estas tareas. Debemos tener en cuenta que los equipos con los que se está trabajando estarán en contacto directo con los productos que, luego, ingresan a los mercados. Pero, además, en un ámbito como la agricultura, los equipos con los que se trabaje van a estar expuestos a diversas condiciones climáticas, diversos ambientes, entre otras cosas. Dentro de los metales que se pueden implementar en este sentido, se destacan particularmente el aluminio y el acero inoxidable. Esto se debe a que son metales resistentes a la corrosión.
El aluminio
Hoy en día, el aluminio se viene convirtiendo en una de las materias primas más buscadas para la generación de equipos y herramientas para diversos ámbitos, incluyendo la agricultura. Es un elemento altamente abundante en la corteza terrestre y se destaca por su alta conductividad térmica y eléctrica, su ligereza, su resistencia a la corrosión y también su punto bajo de fusión. Es un material que puede exponerse a las condiciones climáticas y ambientales. Otro punto que hace al aluminio ideal para la agricultura tiene que ver con su maleabilidad. Además, su densidad es de un tercio del cobre o del acero.
Además de las características mencionadas con anterioridad, podemos destacar otras ideales para la agricultura. Estas son sus propiedades antimagnéticas, su capacidad para ser reciclable en un 100% y su alta resistencia a las condiciones ambientales y a la corrosión.
El acero inoxidable
Por otro lado, se implementa también en equipos y herramientas para agricultura el acero inoxidable. Es considerado como un aliado para el sector por su resistencia a la oxidación, pudiendo ponerse en contacto con el agua y en condiciones climáticas adversas sin afectarse. El acero inoxidable se fabrica a partir de una combinación entre carbono y hierro, con cromo, níquel y molibdeno, como así también otros posibles elementos. Esto incluye características funcionales a los equipos y herramientas que se hacen a partir de este material. Pero, a su vez, el acero es resistente a las altas temperaturas, resistente a la corrosión y de fácil limpieza.




