Distinto a lo que se puede pensar en función de lo que representa para el medio ambiente la producción de aluminio, al momento de reciclarlo para ser reutilizado en distintos espacios la situación gira completamente. En ese caso, el aluminio es considerado como uno de los materiales más eco friendly que existe en la actualidad, especialmente en el campo de la construcción y del diseño de oficinas, viviendas y edificios.
Acerca de la producción de aluminio
Como ya sabemos, el aluminio es uno de los materiales que más presencia tiene en la corteza terrestre, estando en aproximadamente un 8%. No obstante, la producción de este metal no ferroso tan importante es considerada como una de las más caras y difíciles de la industria. El proceso de transformación del mineral original en aluminio final como lo solemos encontrar implica el uso de 19.000 KWh para poder de esa manera alcanzar temperaturas que se encuentren entre los 1000°C y los 2000°C.
A nivel de cuidado del medio ambiente, es posible afirmar que la producción del aluminio en Occidente es favorecida por el uso de las energías renovables que están cada vez más y mejor desarrolladas- hoy en día, aproximadamente el 62% de ellas responden al uso de la energía hidroeléctrica. En términos ecológicos, esto implica que se reduce considerablemente el impacto que este largo y costoso proceso tiene en el entorno natural en que vivimos.
Pese a esto, una vez que se supera el escollo de la tarea de creación del aluminio, es el momento en el que empiezan a aflorar los beneficios y el carácter verdaderamente medioambiental del aluminio. Vamos a ver por qué.
El reciclado
A diferencia de otros materiales históricamente empleados en el campo de la construcción, el aluminio se destaca por ser un material reciclable al 100%, totalmente reutilizable. Son esos aspectos los que se pueden atribuir al aluminio como los más importantes y que favorecen el cuidado del medio ambiente. Esto se debe en gran medida a que el aluminio es un material ligero y resistente, de muy fácil manejo y transporte, que no arde a la vez que tampoco se oxida con los agentes naturales del entorno. De esa manera, favorece considerablemente su almacenamiento para ser tratado posteriormente y obtener a partir de él un aluminio secundario.
El proceso de reciclado del aluminio es diametralmente opuesto al que se desarrolla para su creación primera. En este aspecto, la transformación de una ventana o de una puerta solamente requiere de un 5% de la energía necesaria para la fabricación primaria del aluminio.
El resultado del proceso de reciclado no es otro que un aluminio que genera un menor impacto en el medio ambiente. No interactúa con el entorno, pero tiene las mismas propiedades mecánicas y físicas que lo caracterizaron a lo largo de su primera fase de vida. Todo ello se da independientemente de la cantidad de veces que se haya reutilizado y reciclado, lo cual se puede leer como otra espectacular ventaja de este material, ya que se puede reciclar una gran diversidad de veces.