Desde hace tiempo, en economías de todo el mundo, la administración responsable de los recursos escasos o no renovables y el desarrollo sustentable son problemáticas que preocupan a sociedades de todas partes del mundo. Se alienta a la recuperación de los materiales más usados por industrias de todos los rubros, a fin de preservar la energía, de reducir la compra de insumos y de generar un impacto positivo sobre el medio ambiente a través de una reducción de los residuos y de los basureros industriales altamente contaminantes y nocivos para animales y fuentes de agua.
Materiales sustentables en su reutilización
Pese a esta búsqueda a nivel mundial, no todos los materiales tienen formas de reciclaje y reutilización que sean viables a nivel económico. Por eso, lo que se hace es analizar el consumo de energía que se necesita para el reciclaje de una tonelada de acero, de aluminio, de papel y de vidrio.
Una de las características que estos materiales anteriormente mencionados tienen en común es que los cuatro presentan un consumo de energía menor al ser reciclados que cuando se producen en su forma primaria. No obstante, se destacan el aluminio y el acero especialmente.
Para la producción de una tonelada de aluminio en su forma primaria, se consumen aproximadamente 15.000kW de energía. Esta es una gran diferencia con respecto a la energía que se utiliza para la producción de otros materiales, que es significativamente más baja para su producción primaria. En este sentido, de los materiales anteriormente mencionados, el que menos energía representa para su producción primaria es el papel, que tiene además una cercanía importante con respecto a la energía que se requiere para su reutilización.
Pese a esto, la diferencia entre la energía utilizada para producir el aluminio de forma primaria y la que se necesita para reciclarlo es muy importante. Para su reciclado, solamente se necesita el 5% de la energía utilizada en la primera etapa. A la vez, es inferior a la que se necesita para el reciclaje del resto de los materiales, siendo el que tiene un mejor rendimiento en este punto.
Rentabilidad económica
Según estudios realizados sobre este sector a nivel mundial. Los costos de reciclar el aluminio se reducen en hasta un 35% del total. Además de esto, el aluminio se destaca por las siguientes características:
- Uso infinito: el aluminio puede ser refundido repetidas veces sin que eso implique una reducción en sus propiedades. Además, en caso de encontrarse en aleaciones, es un metal fácil de separar de otros materiales. Esta es una de sus grandes diferencias con respecto al acero, a que cuando este se encuentra unido a otros metales no presenta las mismas propiedades luego de ser reciclado.
- Control: el reciclaje del aluminio es ecológicamente controlado, ya que los residuos que se generan en el proceso se pueden tratar de modo de no perjudicar el medio ambiente.
- Igualdad de productos: cuando el producto de aluminio es refundido, se puede usar para generar el mismo producto nuevamente.
- Reservas: finalmente, el reciclado de una tonelada de aluminio permite reducir considerablemente la cantidad de reservas naturales de bauxita que se utilizan, logrando que sea un metal que se pueda tener disponible en el mundo por mucho tiempo más.
Caso argentino
En Argentina, una gran parte de la alúmina empleada se importa. El reciclaje de este material lo que hace es generar reducciones en las importaciones de este sector. Hoy en día, Argentina está también teniendo capacidad para exportar este metal a países como es el caso de Estados Unidos.
Para comprender el impacto en el medio ambiente, en la actualidad, el uso de un kilogramo de aluminio en un automotor lleva a una reducción en diecinueve kilogramos de emisión de dióxido de carbono. Esto se debe a que será mucho más liviano. Hoy en día, tanto en el país como en otras partes del mundo, son cada vez más los vehículos que utilizan este tipo de metal.