El aluminio es un material que ha sabido revolucionar el mercado y la construcción. Ha cambiado considerablemente el estilo de vida de las personas y ha dado lugar a nuevas maneras de concebir la construcción cotidiana. Por eso, hoy en día, es prácticamente imposible pensar los distintos ámbitos de la vida sin aluminio.
Siendo el tercer elemento más abundante en la corteza terrestre, el aluminio es de los metales más utilizados y buscados. Esto se debe a sus diferentes propiedades químicas, físicas, mecánicas. Por eso, hoy, está presente en prácticamente todo lo que nos rodea.
¿Cómo se descubre el aluminio? ¿cuáles fueron sus primeros usos? A estas preguntas intentaremos responder a continuación.
1782
En este año, el creador de la química moderna, Antoine Lavoisier, comenzó a sospechar que en la corteza de la tierra había un material no descubierto. Se trataba, para él, de un óxido de metal que era hasta entonces desconocido, pero que era además abundante.
1808
No obstante, el descubrimiento del aluminio como tal no tuvo lugar hasta 1808. En ese momento, Humphrey Davy descubrió este metal. Dicho descubrimiento fue como un elemento creando una aleación con hierro. El nombre que le otorgó fue “aluminium”.
1821
En 1821, el especialista Pierre Berthier descubrió la bauxita. Esta, como un mineral que contiene una gran cantidad de aluminio. El nombre fue ese, como homenaje a la región de Les Baux, en Francia.
1825
En este año, fue Hans Christian Orsted quien consiguió aislar el aluminio, como una amalgama con muchas y muy diversas impurezas. Además, pudo describirlo como un elemento con diferentes capacidades electromagnéticas, lo que ampliaría considerablemente las aplicaciones posibles del material.
1827
Hacia 1827, Friedrich Wohler logró mejorar le proceso inicado por Oersted. Así, consiguió dar con un polvo muy fino. De esa manera, logró también determinar con más exactitud tanto la ligereza como la densidad del aluminio.
1855
El aluminio alcanzó estado público en 1855. En ese momento, Henry Sainte-Claire Deville, obtuvo y logró exhibir el primer lingote de aluminio puro al 97%. Lo hizo durante la Exposición Universal, junto a las joyas que pertenecían a la corona francesa. En ese momento, su producción era tan costosa que se lo consideraba como un metal de lujo.
1884
Ya reconocido a nivel público, en 1884, William Frishmuth colocó una pirámide de aluminio como coronación de un Monumento a Washington. Esta pirámide pesaba en total unos 2,80 kilogramos. Ello supuso el mayor objeto de aluminio puro en la historia, con un precio que, en esa época, era similar al del oro y la plata. Desde ese momento, los investigadores comenzarían a trabajar con mucha mayor exactitud sobre el aluminio, llegando a convertirse en el eficaz y económico metal que es hoy.
¿Cuál es la historia del aluminio en el país?
Es difícil hacer referencia a la historia de la producción de aluminio en Argentina sin mencionar a la firma Aluar Aluminio Argentino. La mayor participación productiva en el país está representada por esta firma. Se trata de la única empresa de producción de aluminio primario, a partir de cuyas operaciones se obtiene este material en estado líquido hasta fabricarse diversos productos de consumo o aplicación en industrias de otra índole.
Para hacer un repaso histórico, podemos situar la producción de aluminio en el país hacia comienzos de la década de 1970. Tiene su nacimiento en el marco de un programa para el desarrollo específico de la industria productora de aluminio. La instalación de la primera planta de aluminio primario se desarrolló en la Provincia de Chubut, más específicamente en la localidad de Puerto Madryn.
Para que esta industria se pudiera desarrollar de la manera adecuada, en forma simultánea se construyó una central hidroeléctrica en la localidad de Trevelin, perteneciente a la misma provincia pero hacia el lado de la Cordillera de los Andes y el límite con Chile. El nombre de esta central hidroeléctrica fue Futaleufú, que fue capaz de ofrecer un abastecimiento suficiente para la totalidad de las demandas domésticas en el país. A su vez, se desarrolló también un puerto de aguas profundas en Madryn para facilitar la importación de las materias primas que pudieran ser necesarias para la industria productora de aluminio y, además, para que luego se pudiera facilitar la exportación de este material una vez que se hubiera llevado a cabo la consolidación de este sector industrial en el país.
A lo largo de los primeros años de funcionamiento, la capacidad productiva de la primera firma productora de aluminio de la Argentina fue de 140.000 toneladas por año. Un dato importante tiene que ver con que esto permitió en muy poco tiempo alcanzar un abastecimiento total de la demanda doméstica. Hoy, la capacidad llega ya a las 460.000 toneladas anuales aproximadamente.
Un dato interesante tiene que ver con que, una vez abastecida la totalidad de la demanda doméstica que comprende a todas las industrias que se encuentran radicadas en Argentina, el 70% del aluminio producido en el país se destina al mercado exterior en términos de exportación. Es Aluar la firma que representa casi la totalidad de las exportaciones de aluminio argentinas al exterior.
Una vez obtenido el aluminio primario, además, existen distintas empresas en Argentina que se dedican específicamente al moldeo y a la obtención del aluminio elaborado. Se trata de un marco industrial que ha ido creciendo considerablemente con el paso del tiempo.
Los productos más elaborados de aluminio en Argentina
Para poder comprender mejor cuáles son los tipos de productos de aluminio que se producen y comercializan a mayor escala en Argentina, es importante establecer en primera instancia una división entre lo que es el aluminio primario y el aluminio elaborado. Hoy, el grupo más importante es el del aluminio elaborado. Dentro de este, podemos establecer cinco subgrupos diferentes que mencionamos a continuación.
Foil
En este grupo encontramos todo lo que tiene que ver con productos de aluminio laminados y también chapas. En general, chapas que tienen un grosor que no supera los dos milímetros. Además, podemos mencionar dos tipos de foil: el foil estándar y el foil no estándar. El primero refiere a los formatos que se producen en Argentina, mientras que el segundo no.
Laminados
Con laminados hacemos referencia especialmente a lo que se considera como laminados gruesos. Son laminados y chapas que, a diferencia del caso mencionado con anterioridad, sí superan los dos milímetros de grosor y pueden tener distintas formas. Se incluyen en esta categoría todo lo que tiene que ver con: laminados no estándar con formatos no producidos en Argentina, pomos, laminados estándar, pomos, chapas para su utilización en latas, entre otras cosas.
Extruidos
En el subgrupo de los extruidos nos encontramos con todos aquellos productos de aluminio que son formados en base a una determinada matriz de producción específica y diferencial. Encontramos especialmente los perfiles industriales con formatos estándar que no son destinados a la construcción, los perfiles para la construcción y los tubos especiales con formatos no estándar que tampoco se destinan al campo de la construcción.
Alambrón
En cuarto lugar, encontramos los productos de aluminio que se formulan con forma de alambre. Esto incluye el alambrón para acerías y el alambrón para cables.
Otros
Por último hay un grupo que unifica todos esos productos de aluminio que no pueden ser catalogados en el marco de las categorías mencionadas con anterioridad. Podemos incluir distintos tipos de piezas, como es el caso del menaje para muebles y utensilios domésticos, entre otras posibilidades.
Distribución de la producción en Argentina
Como hemos dicho con anterioridad, todavía hoy, la mayor producción de aluminio primario en el país se encuentra en la localidad de Puerto Madryn, en la provincia patagónica de Chubut, por parte de la firma Aluar. Pero, además, esta misma empresa cuenta con otra planta en Abasto, Provincia de Buenos Aires, que es una planta dedicada especialmente al aluminio elaborado, con una capacidad de producción que alcanza las 35.000 toneladas.
Dicho esto, podemos afirmar también que se encuentran en la Provincia de Buenos Aires las mayores empresas productoras de aluminio elaborado. Esto es lo que ha llevado a que esta provincia presente una producción de por lo menos el 30% de lo que se elabora por año a nivel nacional. Siguiendo a Buenos Aires, hay también otras provincias que siguen sus pasos y que se van consolidando con el paso del tiempo como productoras de aluminio elaborado. Entre estas, podemos destacar: Tierra del Fuego, en el Sur del país, y Mendoza y San Luis en el centro. Otras provincias con cierta concentración son Santa Fe y Córdoba, que llegan a tener en su territorio la presencia de por lo menos cuatro firmas cada una.
¿Por qué el aluminio gana cada vez más éxito en los hogares?
Como sabemos, el aluminio se destaca especialmente por ser un material versátil y resistente, como también ligero. Permite distintos tipos de diseños, de formatos y de acabados, a fin de poder adecuarse a la perfección a las preferencias y a las necesidades de cada espacio, de cada hogar.
Por sus propiedades
Las propiedades del aluminio son cada vez más conocidas y numerosas. Por una parte, es un material que resiste al óxido y a la corrosión. Pero, además, es un excelente aislante, tanto térmico como acústico. En el caso de las ventanas, esto resulta fundamental. No solamente permite mantener el calor en el hogar por más tiempo durante los meses de invierno, sino que también permite aislarlo con mayor eficacia que otros materiales durante los meses de verano. A su vez, en lo que respecta al aislamiento acústico, esto es ideal para las viviendas y los edificios, debido a que favorece una vida más tranquila dentro del hogar, más aislado de los sonidos comunes del exterior.
La resistencia del material a la corrosión hace que se habilite un ahorro económico, debido a que se construyen ventanas que son capaces de durar durante muchos años. A su vez, el aluminio es un material que se destaca por necesitar de muy poco mantenimiento, por lo que es menor el tiempo que se invierte en su limpieza.
Por la eficiencia energética
Con anterioridad, mencionamos algo vinculado a la eficiencia energética que implica el aluminio en las viviendas. Pero ahora nos interesa profundizar un poco más en este aspecto.
La vinculación entre el aluminio y el ahorro es algo que, hoy en día, resulta incuestionable. En primera instancia, porque el aluminio es un recurso que abunda en la naturaleza. En consecuencia de ellos, sus precios tienden a mantenerse en niveles moderados. Pero, especialmente, se puede decir que el aluminio es sinónimo de ahorro por sus propiedades aislantes en las viviendas. Este es el punto que acaba convirtiendo a las ventanas, a las puertas y a todos los cerramientos de aluminio en estructuras que son ideales para poder mejorar la calificación de la eficiencia energética en la casa y reducir los números de la boleta a pagar mes a mes.
Cuando hablamos de eficiencia energética, estamos haciendo referencia a la capacidad de reducir el consumo de energía, sin que eso implique una renuncia en las comodidades o en la satisfacción de necesidades en el hogar. Se trata de poder evitar un despilfarro de energía pero mantener las mismas buenas condiciones.
En el caso del aluminio, este ahorro de energía se puede ver de muchas maneras. Al ser tan buen aislante, en los meses de invierno en los que se mantienen prendidas las calefacciones de las viviendas, el aluminio evita que el calor se vaya de los espacios. A diferencia de otros materiales, este reduce considerablemente las filtraciones que se pueden llegar a dar. Lo que eso genera es que se puedan tener prendidas esas calefacciones durante menos tiempo, sin que el calor se pierda. Lo contrario sucede en los meses de verano. Lo que se mantiene en estos es el frío del hogar. En este sentido, el aislamiento del aluminio es doble. No solamente aísla para que el frío no se vaya, sino que, también, aísla para que el calor del exterior no entre.
Aluminio en genialidades arquitectónicas en el mundo
A medida que el tiempo pasa, puede ser cada vez más frecuente escuchar hablar acerca de la arquitectura de aluminio. Se espera que, a largo plazo, cada vez sean más las construcciones que se basan en este material, por los múltiples beneficios que ofrece, tanto a nivel económico como ecológico, social, entre otros.
Pero la construcción de aluminio no es algo que se encuentra solamente en el futuro y en las mejores proyecciones. Hoy en día, hay ciertos edificios que ya dan mucho de qué hablar por estar hechos en aluminio. A continuación, queremos contarte acerca de cuatro impactantes edificaciones con aluminio que permiten observar el futuro de este material y de la arquitectura.
El Centro de Investigación Technologie-Hof, Alemania
Este edificio fue creado hace ya 26 años. Se encuentra en la zona universitaria de una de las ciudades más importantes de este país europeo. Se trata de un grupo de edificios, entre los que se encuentran oficinas, salas de conferencias y también laboratorios. Estos, apelaron a la vanguardia tecnológica para poder recubrirse de una verdadera piel de aluminio. La misma le proporciona un aspecto sobrio, pero muy típico de un edificio futurista.
La Ecoms House
Este espacio es fruto del trabajo del despacho de Riken Yamamoto. Es un edificio que va mucho más allá de los límites de lo conocido. No solamente su dermis se encuentra fabricada a base de aluminio, sino que se trata de una estructura completa que descansa en este material para poder sostenerse. Es un cubo de un total de 27 metros de lado, que cuenta con paneles de 10 centímetros de espesor en todas sus fachadas. Consiste en un diseño experimental en cuanto a coste, en cuanto a forma y eficiencia, pero se considera que es un proyecto de gran interés para visualizar el futuro de este tipo de construcciones.
El Amsterdam Centre for Architecture
En Amsterdam, este espacio luce un recubrimiento exterior completamente de aluminio. El mismo, tiene por fin fundamental proteger con las virtudes del aluminio la estructura de acero de este espacio que se para sobre la vanguardia arquitectónica de finales del siglo XX. Sus curvas son flexibles, por lo que extiende los límites de lo que se conoce que los metales pueden hacer.
El Suzhou Technology and Arts Center
Por último, en China, este espacio tuene una enrevesada fachada de aluminio recortado. Esta refleja amplias posibilidades del material, con un diseño extraordinario que atrae a fotógrafos, a artistas y a turistas de todas partes del mundo para conocerlo.
Los espacios mencionados con anterioridad nos permiten ver que son muchas las cosas que se pueden hacer con el aluminio. Este es el material del presente y del futuro y la arquitectura de aluminio ha llegado para quedarse.