El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado recientemente que aplicará nuevos aranceles para metales básicos como el acero y el aluminio para Argentina y Brasil. El argumento esgrimido tiene que ver con que la devaluación del peso y el real ha beneficiado a las empresas de estos países, perjudicando a los conocidos como “farmers” de Estados Unidos. Una estrategia por parte del mandatario del país del Norte que ha generado mucho para hablar.
El anuncio
El mensaje ha sido enunciado a través de la plataforma de la red social Twitter, de la que el Presidente estadounidense es un muy activo miembro desde comienzos de su gobierno. A través de una publicación en este medio, anunció que volverá a imponer aranceles a todas las importaciones de metales como el aluminio y el acero, pero solamente a los que provengan de dos países de Latinoamérica: Argentina y Brasil.
El principal argumento que se ha ofrecido para justificar esta decisión, tiene que ver con que ambos países han experimentado fuertes devaluaciones en el último tiempo en sus monedas locales. Esto se considera que no es bueno para los agricultores (o “farmers”) de Estados Unidos. Por eso, el anuncio de los aranceles para estos dos metales, de implementación inmediata, tiene que ver con pagar por todo el aluminio y el acero que se envíe desde estos dos países a los Estados Unidos.
Desde el gabinete del entonces ministro de Producción, Dante Sica, sostuvieron que se encuentran avanzando en las gestiones correspondientes con el gobierno de Brasil para poder definir una posición y acciones conjuntas entre los dos países. Al mismo tiempo, aseguró que tomó contacto con los distintos referentes del sector d ellos metales en el ámbito privado, para poder trabajar sobre el impacto que eso podría ocasionar en sus exportaciones.
Según los datos trabajados al momento del anuncio por parte del Estado argentino, la medida anunciada por Donald Trump tendría un impacto de aproximadamente 700 millones de dólares anuales entre el aluminio y el acero. Esto tiene que ver con que, durante 2019, se realizaron más de 520 millones de dólares en ventas al exterior. Estos datos fueron presentados en un comunicado emitido por la cartera de Producción.
Repercusiones
Uno de los primeros en dar declaraciones al respecto fue Javier Madanes Quintanilla. Es accionista de Aluar. Al referirse al impacto de esta medida anunciada por el Presidente del país del Norte, sostuvo que espera “no tener que poner en riesgo 1750 puestos de trabajo, que es la mitad del personal de la empresa”. Ello, teniendo en mente que la empresa exporta el 40% de sus ventas al exterior a los Estados Unidos.
Los aranceles anunciados son del 10% en el caso del aluminio para su comercialización con destino a los Estados Unidos, y del 25% en el caso del acero. Según aseguran especialistas en el campo, estos aranceles retornados vuelven a foja cero el acuerdo que se había alcanzado a través de negociaciones en el mes de mayo del año 2018. En ese momento, los negociadores enviados de parte del ejecutivo argentino habían logrado que el país se vea excluido de esta medida por parte de los Estados Unidos. Ello, en el marco de la Sección 232 de la llamada Ley de Expansión Comercial del año 1962. A partir de estos negociados, se logró llegar a que se permita el ingreso de 180.000 toneladas de acero y de aluminio por año, sin que estas se vean afectadas por tipo alguno de arancel.
Hoy, con la restitución de estos aranceles y echando por tierra los acuerdos de 2018, las ventas a Estados Unidos por parte de los productores argentinos y brasileños de acero y aluminio se verán afectadas por un 25% y un 10% respectivamente de arancel. Esto implica un importante riesgo para las empresas de ese sector en ambos países sudamericanos.