El trefilado es una operación muy frecuente en algunos metales, como es el caso del aluminio. A continuación, te contamos lo que tenés que saber al respecto.
¿Qué es el trefilado?
Lo que se conoce como trefilado es una operación de conformación. Se da en la reducción de sección de un alambre, para luego hacerlo pasar mediante un orificio específico, de forma de cono. En este proceso, los materiales que se emplean con más frecuencia para su conformación a través del trefilado son el aluminio, el cobre, el acero y los latones.
Basándonos en una definición más exacta, el trefilado consiste en el estirado del alambre en frío. Ello se da a través de una serie determinada de pasos sucesivos, mediante hileras o trefilas de carbono de tungsteno. La reducción de sección es lo que le otorga al material una determinada acritud, lo cual favorece sustancialmente la calidad y las posibilidades de sus características mecánicas.
Las reducciones que se pueden alcanzar a través del trefilado dependen de distintos factores. Entre ellos, se destacan el diámetro de las barras que se van a trabajar y su longitud. Si bien esto va variando en función de cada fabricante, cuando hay barras de hasta 15 mm de nacho se suele dar una pasada ligera para así poder mejorar sus acabados superficiales. Cuando se trata de tamaños más pequeños, lo que se puede conseguir es una reducción del 50%.
Los beneficios del trefilado
El proceso de trefilado en distintos materiales aporta una serie de ventajas. Estas, son propias específicamente del conformado en frío. Son las siguientes:
- Mayor precisión dimensional
- Mejor calidad superficial
- Aumento sustancial en la dureza
- Aumento sustancial en la resistencia
- Capacidad de producir secciones que son muy finas
Los pasos a seguir del trefilado
Claro está que los pasos a seguir varían en función de cómo se lleve a cabo el proceso de trefilado. De todas maneras, se puede establecer una serie de pasos que se repiten en líneas generales. Estos son:
- El patentado: tratamiento térmico que calienta el alambre hasta una temperatura determinada necesaria, para luego enfriarlo bruscamente, frecuentemente a través de un baño de plomo. Esto, lo que hace es dar al material una estructura dúctil.
- El decapado: se limpia el material para eliminar el óxido que puede haberse formado en su superficie. Esto por lo general se efectúa a través de ataques químicos.
- El trefilado: se usan lubricantes y máquinas especiales como factores principales.
- El acabado: se somete el material a operaciones de enderezamiento, de eliminación de tensiones, como así también aunque no siempre- a tratamientos isotérmicos para mejorar sus características mecánicas.