
La arquitectura ha marcado los destinos de la humanidad desde siempre. Además, ha sabido dejar huella y escribir en sus muros la historia de los pueblos con el paso de los siglos. Es una ciencia que ha respondido y se ha apropiado de los avances tecnológicos para generar mejores condiciones para los seres humanos. Pero ¿qué nos depara la arquitectura del futuro?
Los orígenes de la arquitectura
Las primeras grandes obras de la arquitectura se remontan a la Edad Antigua. No obstante, es también posible trazar orígenes de esta modalidad de pensamiento en los períodos prehistóricos, que es cuando fueron surgiendo las primeras construcciones humanas. Es durante la prehistoria que surgen los primeros monumentos y los seres humanos empiezan a tener una buena dominación de la técnica de trabajo con piedra.
Desde sus primeros pasos, el surgimiento de la arquitectura se ha asociado a la idea de brindar abrigo y protección. Como construcción predominante en las sociedades originarias, el abrigo ha sido el elemento principal de la organización espacial de las poblaciones. Incluso, se trata de un tipo de organización que se ha podido observar en sociedades que no se encontraban integradas en su totalidad a la civilización occidental.
El futuro de la arquitectura es el futuro de la sociedad
Luego de los tiempos prehistóricos, la arquitectura se ha desarrollado a pasos agigantados. Hoy, nos encontramos con construcciones a cuyo alrededor bailan las nubes y con construcciones tan novedosas que su imagen circula alrededor del mundo.
Son dos los conceptos que van a reinar la arquitectura del futuro: la eficiencia energética y la sostenibilidad. Los materiales y los proyectos empleados en la construcción se llevarán a cabo teniendo en cuenta el riesgo inminente del cambio climático, el deshielo y la extinción de especies. Se torna indispensable ahorrar energía para poder proteger al planeta y reducir el consumo de agua potable que, hace un tiempo, se empezó a dar cuenta de que no es un recurso enteramente renovable. En este sentido, se apuntará especialmente a la reutilización de las aguas pluviales, como así también al uso de materiales en la estructura que mantengan las temperaturas de manera que se requiera cada vez un menor uso de los aparatos de calefacción y aires acondicionados.
Además del uso de otros tipos de materiales, se apuntará a crear ecosistemas urbanísticos que aumenten el verde en las ciudades. Es en este punto que entran en juego con cada vez más interés a nivel mundial los jardines colgantes, verticales y cubiertas vedes.
Arquitectura poco lineal
Si bien es cierto que estamos haciendo referencia al futuro de la arquitectura, los horizontes que hoy planteamos ya se pueden empezar a ver en determinados países que se encuentran a la delantera, a la vanguardia de la construcción. A medida que el tiempo pasa, construcciones tales como los edificios lineales están quedando relegados en lo que refiere a las tendencias de la construcción y el diseño. Por el contrario, ganan cada vez más fuerza construcciones consideradas vivas, mucho más innovadoras.
Se apunta a construcciones que sean envolventes y que puedan ser capaces de adecuarse a las condiciones climáticas para mantener buenos aislamientos. Esto, además de buscar un importante ahorro energético, apunta a aumentar considerablemente el confort y el bienestar de las personas en el interior de las viviendas, sin necesidad de un excesivo uso de los aires acondicionados y los aparatos de calefacción. Crear un ambiente agradable de manera natural, con el sólo uso de fachadas que sean mucho más eficaces y efectivas que las que se emplean en general en la actualidad.
¿Cómo se logrará esto? A través de una revolución en los materiales. La eficiencia energética y el confort de las personas requieren de una transformación sustancial en lo que respecta a la elección de los materiales para la construcción. Pero ahora ya no hablamos solamente de la incorporación de paneles solares, sino que estamos yendo un poco más lejos. Hablamos de fachadas construidas enteramente en aluminio, de ventanas de nanocristales para regular la entrada de luz, de ladrillos ecológicos aislantes. Estamos hablando de un futuro que se sostendrá sobre la base de cambiar todo lo que se conoce en la actualidad en el campo de la arquitectura.