Todo sobre el cromado

Lo que conocemos como cromo hace referencia a un metal gris que es acarado y brillante. Es duro y cuenta con un gran poder de resistencia a la corrosión. Esto es lo que hace que se trate de una gran oportunidad para el tratamiento de piezas. Especialmente de aquellas que van a tener un roce o una fricción importante o constante.
En este sentido, el cromado es una técnica que consiste en depositar una fina capa de cromo sobre un objeto de metal o plástico. Esta capa se aplica a través de galvanoplastia. La capa de cromo se puede elegir solamente con fines decorativos, pero también para brindar resistencia de cara a la corrosión, para aumentar la dureza de la superficie, o también para facilitar la posterior limpieza de los objetos tratados.

¿Cómo es el proceso de cromado?

Si bien esto depende del tipo de cromado que se desarrolle en cada caso, en líneas generales, podemos decir que el proceso de cromado se lleva a cabo de la siguiente manera:

  • Pulir la pieza con esmeril
  • Desengrasar y retirar la suciedad de la superficie
  • Limpiar manualmente para retirar el resto de la suciedad o las imperfecciones
  • Realizar diversos tratamientos previos que puedan llegar a ser necesarios según el caso
  • Introducir en el vaso de cromado
  • Calentar a temperatura de disolución
  • Aplicar la corriente galvánica
  • Dejar el componente durante el tiempo requerido

Los tipos de cromado

Actualmente, se han desarrollado diferentes tipos de procesos de cromado. Se destacan en particular los que mencionamos a continuación.

El cromado duro

En este caso, lo que se hace es depositar una capa de cromo de gran espesor en el metal. Esto lo que hace es brindar resistencia a la corrosión y al desgaste, como así también dureza a la pieza de metal.

Es un tipo de cromado que se aplica especialmente en componentes industriales que suelen soportar altas temperaturas, rozamientos y situaciones de impacto. Algunos de los casos en que se suele aplicar esto es en válvulas, en cilindros hidráulicos, en pistones, entre otras cosas.

El cromado decorativo

Lo que se hace con este tipo de cromado es depositar capas de cromo de bajos espesores sobre la superficie de los metales. El objetivo de ello es estético, buscando mejorar su aspecto, por lo que tiene funciones más bien decorativas. Lo que hace este cromado es crear un acabado final blanco azulado que es, a la vez, resistente a los posibles deslucimientos. Se puede aplicar tanto en productos industriales como en productos domésticos, como pueden ser las piezas de vehículos o los accesorios de baño.

Los principales acabados del cromo

En lo que respecta a su aspecto, podemos destacar tres principales tipos de acabados del cromado. Estos son:

  • El satinado: es una de las opciones más nuevas y que está generando una gran cantidad de adeptos. Se busca especialmente en el ámbito de la decoración, especialmente para productos relacionados a la iluminación, como así también para todo lo que es mueblería metálica
  • El brillante: se usa especialmente en equipamientos de hostelería y comerciales. Además, puede aparecer en el ámbito industrial para recubrimiento de válvulas y otros materiales.
  • El mate: finalmente, el mate se usa particularmente en el sector decorativo. También puede aparecer con el plástico o con el papel, para grabado de materiales laminados.

Todo sobre el cromado

Medidas expresadas en milímetros