El primer automóvil fabricado íntegramente en aluminio es el Panhard Dyna, de 1953. Este, empezó a ser producido a partir de 1954. Hay que tener en cuenta que, aunque el aluminio en la fabricación de vehículos encuentra su origen en el empleo para desarrollar distintos elementos mecánicos, su uso más generalizado se centraba entonces en la fabricación de bloques del motor, en elementos de refrigeración, entre otras cosas. Esto, por sus buenas cualidades para la fácil mecanización y para la evacuación e calor de esos elementos.
Historia
La famosa firma Rover, que se había visto influenciada por la crisis económica producto de la Segunda Guerra Mundial, como así también por los excedentes de este material que es el aluminio, luego de que finalizó la contienda, se vio obligada a hacer uso de este material en sus vehículos. Luego, en los últimos años, el uso de este material es algo que ya se ha generalizado, tanto gracias a su escaso peso como a su elevada rigidez. Además, se sabe cada vez más que es un material capaz de mejorar sustancialmente su comportamiento, logrando excelentes relaciones entre el peso y la potencia, mejorando también el comportamiento dinámico de los vehículos.
Hasta hace pocos años atrás, solamente vehículos con determinada exclusividad usaban carrocería fabricada en aluminio. Entre estos, se pueden destacar algunos modelos de Ferrari. No obstante, a lo largo de la última década, el aluminio se ha logrado incorporar masivamente a los elementos de la carrocería automotriz. Podemos decir, entonces, que, hoy, el aluminio es uno de los metales más usados en la fabricación de vehículos actuales, luego del acero.
Las características del aluminio en la industria automotriz
Muchas son las características que están llevando al uso cada vez más generalizado del aluminio en el campo del automóvil. Destacamos las siguientes.
La seguridad
Los autos se diseñan con un habitáculo que es suficientemente rígido, en combinación con zonas de deformación programada. Ello, tanto en la parte frontal como en la parte posterior. Esos aspectos es donde el aluminio presenta un excelente comportamiento. Las carrocerías de este material tienden a ser mucho más rígidas que las del acero, permitiendo crear perfiles y otros elementos de deformación que son capaces de disipar gran parte de la energía comprendida en un posible impacto.
Debido a lo mencionado con anterioridad, aunque la carrocería de algunos vehículos pueda hacerse todavía en acero, incluso estas tienden a montar como absorbedores de impacto o paragolpes de aluminio. La mejora en la seguridad de los autos con el aluminio también se encuentra en la menor energía de choque producía, por la menor energía cinética que habrá que disipar en caso de que este pueda generarse.
La ligereza
El peso específico del aluminio es la tercera parte del peso del acero. Esto puede llegar a suponer una reducción del 40% del peso total de la carrocería. De esa manera, se reduce el consumo de combustible en aproximadamente 0,5 litros cada 100 kilómetros, a la vez que cada 10% de disminución de peso. Eso, lo que hace es generar también una muy importante reducción en las emisiones contaminantes a la atmósfera.
La protección frente a la corrosión
Finalmente, es importante destacar la facilidad de reacción del aluminio con el oxígeno, lo que genera que se recubra con una capa de alúmina. Esta protege el material de manera natural contra los procesos de oxidación. Pese a eso, es importante evitar que se dé una combinación con materiales de distinto potencial electroquímico, sin que haya de por medio las precauciones necesarias, porque eso puede originar corrosión galvánica que lleve a la destrucción del aluminio.